¡¡Buenas !!
Tras unos dias de frío otoño, hoy desde primera hora de la mañana han entrado sigilosos rayos de Sol a despertarme. He desayunado y sin pensarlo un segundo he salido a caminar a dejarme querer por ¡ tremenda Luz!
Dandole vueltas, pensé en escribirles hoy acerca de la importancia del Sol y su directa relación con la vitamina D.
La vitamina D, juega un papel muy importante en la absorción del calcio en nuestro organismo. El calcio es un mineral que junto al fósforo son esenciales para la formación de nuestros huesos y tejidos óseos. El déficit de calcio o la mala absorción del mismo, puede llevar a enfermedades como la osteoporosis ( huesos débiles y frágiles, propensos a fracturarse)o raquitismo en niños.
Hay pocos alimentos que contengan esta vitamina en cantidades que cubran nuestras necesidades, es por esto que muchos alimentos hoy en día están enriquecidos o , en caso de padecer déficit, se echa mano de la suplementación.
Es verdad que bajo el punto de vista dermatológico, “tomar el Sol” en exceso no es nada saludable pero como todo en la vida en el equilibrio está el acierto.
Cuando exponemos nuestra piel a la luz solar, nuestro organismo comienza a sintetizar vitamina D de forma natural. En los países donde el sol apenas se deja ver, suelen aparecer este tipo de déficit y se refuerzan con una alimentación muy concienciada y suplementación. Aqui en España, tenemos la suerte de poder disfrutar de este tesoro durante todo el año aunque apriete el frío y ahogue en verano!
Con esto no quiero decir que dejemos las cremas solares y nos pongamos a coger sol sin medida. Solo quiero recordarles que la naturaleza está ahí para disfrutarla y beneficiarnos de ella. Con diez o quince minutos de exposición, un par de veces a la semana, será suficiente para producir los niveles de vitamina D que nuestro organismo necesita.
Igualmente, quiero enseñarles que alimentos encontramos con mayores cantidades de vitamina D :
- Los pescados grasos ( los azules ) : atún, caballa, salmón, trucha..
- El hígado, el queso y la yema de huevo en menor cantidad.
- Algunos hongos, sobretodo aquellos expuestos a los rayos UV.
Con esto y un tesito, les invito a que se “dejen querer” por estos rayitos de Sol invernales y no nos olvidemos de su importancia pues, es en invierno donde podemos padecer el riesgo de no cubrir nuestros requerimentos de vitamina D. Durante la primavera y el verano los dias son mas luminosos y no tendremos que estar en alerta.
¡un besazo !