¡¡ Buenas tardes !!
Nos vamos de puente ¿? unos nos quedaremos; otros pondremos alguna carretera por medio; incluso algunos, iremos por el aire. El caso es que vienen cuatro diitas de ocio y disfrute para muchos y yo he querido mostrarles hoy, lo que para mi fue uno de los viajes mas enriquecedores hasta la fecha.
Hace unas semanas, les contaba que por motivos de trabajo me encontraba en un lugar donde las dunas y los camellos hacían la postal. Les hablaba de Arfoud ( denominada, la puerta del Desierto ), Marruecos.
Fue un viaje de esos que no sabes lo que te vas a encontrar hasta que llegas y vives cada día sin plantearte nada mas. Diez días, seis de trabajo y un equipo que ni en sueños.
Aterrizamos en Fez y pasamos una noche en un precioso Riad, al día siguiente nos esperaban 9 horas de carreteras donde el Rey parecía no haber pasado en su vida. Como toda aventura en coche, las primeras horas siempre hay repertorio de canciones, chistes e historias, hasta que poco a poco, la desesperación va haciendose notar y empiezas a pensar que nunca llegarás a puerto. Pensamiento erróneo. Llegamos y esto fue lo que sucedió durante nuestros maravillosos días en el desierto. Gracias al grupo Xaluca por acogernos y hacernos vivir tremenda aventura.
Nuestra primera imagen al llegar al Kasbah hotel Tombouctu en Merzouga, situado en las Dunas del Erg Chebi.
Terminada la jornada, organizabamos algunas “visitas” por los pueblos mas cercanos. Solian ser pequeños, con alguna tiendecita muy humilde, respaldada por Bereberes. Un té y de nuevo al hotel.
Un golpe con la realidad. El ultimo día nos organizaron varias excursiones para conocer un poco la vida en el desierto.
Nuestra primera parada fue la visita a un poblado nómada; sin esperarlo, un grupito de niños descalzos y emocionados, llegaban a nuestros brazos. Por su actitud, probablemente no éramos los primeros turistas, ni los últimos en aparecer por allí. Sus miradas y esas pequeñas sonrisas tímidas, nos dieron una gran lección. La familia nos invitó a un té bajo sus jaimas de a pie y nos fuimos de allí con una sensación extraña pero a la vez gratificante. Al final son formas de vida que uno no elige y te llevas todas esas sensaciones que enriquecen para toda la vida.
Atravesamos el desierto como si estuviéramos viviendo el ultimo documental de la National Geographic . Duna arriba, duna abajo, algún que otro percance, hasta llegar a nuestro ultimo destino. Nos esperaba un paseo en camello, atardecer y vivir una noche en el desierto, en jaimas, al son de la música bereber.
Sin duda alguna, este resumen de imágenes y algunas palabras mal redactadas, ponen fin a uno de los viajes mas maravillosos que he vivido.
Quiero dar las gracias a cada una de las personas que hicieron posible estos días . A todo el equipo de Almatrichi por haber hecho tan especial este viaje de trabajo; a Xaluca, por preocuparse por nosotros en todo momento y darnos tantas facilidades; y en especial, a ti, por haber querido compartir conmigo cada segundo de esta aventura.
¡Feliz Puente a Todos !